El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), organismo dependiente del Ministerio de Economía, está preparando un nuevo plan contable que hará más sencilla la tarea de llevar las cuentas a las pequeñas y medianas empresas.
No se trata de que el Gobierno haya decidido anular el plan de 2007, actualmente en vigor. De hecho, el cambio ni siquiera lo promueve el Ejecutivo, sino que viene impuesto desde Europa en forma de directiva cuya transposición al derecho español debería ser inmediata en términos normativos (antes de finales de julio). Se trata de devolver a la normativa que se aplica a las Pymes un carácter más cercano a la realidad empresarial española.
Después de varios años de práctica, y tras reconocer que algunas de las obligaciones contables impuestas a las empresas más modestas son excesivas y no son proporcionales a los beneficios obtenidos en forma de estandarización de la información financiera, la normativa de la UE persigue ahora suavizar esos requerimientos.
A falta de todos los detalles sobre el borrador que prepara el ICAC, una cosa está clara: las empresas más pequeñas, que son también las más numerosas en España, pueden estar de enhorabuena, porque se simplificarán algunas exigencias.
MODIFICACIONES:
Una de las novedades es, por lo que respecta a las cuentas anuales, que la presentación del Balance y de la Cuenta de Pérdidas y Ganancias se simplificará aún más. Mención especial merece la Memoria, que será más ligera y de hecho volverá a la denominación de «Notas» del plan anterior.
Respecto a la forma de registrar los hechos contables, el ICAC también trabaja en modificaciones puntuales.
La reforma modificará la norma contable que ya se aplica a las pequeñas y medianas empresas, pero no cambiará su ámbito de aplicación ni la clasificación por tamaños establecida en la Ley de Emprendedores.
Se estima que el documento en el que trabaja el ICAC estará listo a lo largo del año y previsiblemente podría entrar en vigor a principios de 2016.
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